En ARM Consultores
C.A. hemos decidido retomar los temas relacionados a la contabilidad financiera
en nuestro Blog, para seguir teniendo
contacto permanente con nuestros lectores y ser útiles para ellos y lo hacemos con un tema básico y sencillo
pero no menos importante, la ecuación patrimonial.

De esta norma se desprende que, toda entidad económica,
debe ser concebida como un ente diferente al de las personas que le suministran
los recursos económicos para que opere. Es decir que, la empresa, tiene una
personalidad jurídica distinta a la que tienen sus acreedores y dueños.
De tal manera, debemos aceptar que una cosa es la empresa
y otra son los socios y los acreedores. Por tanto, siempre ha de cumplirse que:
Todo lo que una empresa tiene lo ha recibido de alguien
y, por lo tanto, se lo debe a ese “alguien”.
Ahora, recordemos que:
ACTIVO: El Activo es el conjunto de bienes, derechos y
otros recursos controlados económicamente por la empresa, resultantes de
sucesos pasados, de los que es probable que la empresa obtenga beneficios
económicos en el futuro.
PASIVO: El Pasivo son las Obligaciones actuales surgidas
como consecuencia de sucesos pasados, cuya extinción es probable que dé lugar a
una disminución de recursos que puedan producir beneficios o rendimientos
económicos en el futuro.
PATRIMONIO: es la participación residual en los activos
de la entidad que les queda a los dueños, una vez deducidos todos los activos.
De los conceptos antes mencionado podemos inferir que:
Basándonos en la norma de dualidad económica, es cierto que la empresa tiene una “personalidad jurídica” diferente a la de los dueños. No obstante, una empresa es algo inerte. Por si sola, no es capaz de crear los recursos que requiera para operar. Necesita obtenerlos de otras personas, bien sean naturales o jurídicas.
Lo que se puede concluir es lo siguiente:
“Todos los recursos que la empresa obtenga, los cuales
conforman su Activo, se los debe a
alguien. La parte que le debe a personas que no son sus dueños, se le denomina Pasivo, mientras que, la parte que le
debe a sus dueños, se le conoce como Patrimonio”.
Por lo expuesto, siempre debe cumplirse que:
ACTIVO = PASIVO
+ PATRIMONIO

Este concepto es de tal importancia, como que toda la
dinámica de la contabilidad de cualquier empresa.
Por su puesto, tratándose de una ecuación, puede
despejarse cualquiera de sus términos.
Si suponemos que: Activo= A; Pasivo= P y
Patrimonio= P*, en la ecuación de
patrimonial debe cumplirse que
A =
P + P*
Si deseamos conocer el pasivo, despejamos P y nos quedaría:
P =
A – P*
Si se deseamos conocer el patrimonio, despajamos P*:
P* =
A – P
La ecuación patrimonial, como ecuación al fin y al cabo,
se mantendrá siempre en equilibrio. Es decir que los valores que aparezca en el
primer miembro, siempre serán iguales a la suma de los que tenga el segundo, no
importando ni la cantidad ni la naturaleza de las transacciones que haya
realizado la empresa.

Bibliografía: José A. Brito. Contabilidad Financiera Tomo I.
Adaptado a las NIIF para PYME (VEN-NIF PYME). Primera edición, Valencia – Venezuela. Enero
2012.
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